El marketing olfativo es una oportunidad para captar al consumidor aumentando el recuerdo de un producto o marca, además de incrementar las ventas hasta un 30% y representar un área de oportunidad para productores locales.
Un ejemplo, es recordar el olor a palomitas del cine, quizá no recordamos el color de la caja que las contenía; pero esto tiene una respuesta científica, los seres humanos recordamos el 5% de lo que vemos, el 2% de lo que oímos y el 1% de lo que tocamos. Sin embargo, el 35% de lo que olemos, por ello, en México el marketing olfativo se está convirtiendo en tendencia.
Las empresas han visto una oportunidad que debe ser aprovechada tanto por productores de esencias que contienen como ingrediente principal flores, hierbas, miel, frutas y cereales como por empresarios que quieren captar más consumidores y aumentar el recuerdo de un producto o marca por más tiempo.
Distintas investigaciones coinciden en que el aroma a vainilla en una tienda de productos femeninos hizo que se duplicaran las ventas respecto a otro establecimiento con las mismas características pero sin ninguna esencia. Otro estudio comprobó que el jazmín favorecía la concentración y se empezó a utilizar en oficinas
Si la esencia es para el aseo del hogar, oficinas y hospitales, los olores a cítricos, mar y bosque, son los más apropiados; para una tienda de productos para niños, la recomendación es un aroma dulce que recuerde el olor a pastel y golosinas.
El olfato está relacionado con el sistema que controla las emociones. Un aroma puede cambiar el estado de ánimo, por ello el marketing olfativo impulsa mecanismos que se generan en el cerebro y los utiliza en negocios con la intención de aumentar sus clientes.
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Heidy Wagner Laclette
