Los comerciantes proponen designar áreas específicas para el comercio ambulante o exigir que cumplan con las mismas normativas para garantizar un trato justo.
El comercio local en Huauchinango, uno de los motores económicos más importantes de la región, ha sido clave para el sustento de muchas familias. Desde pequeños locales hasta negocios más grandes, los comerciantes han trabajado arduamente para mantener a flote sus emprendimientos, cumpliendo con normativas y enfrentando desafíos como la competencia, el pago de impuestos y las exigencias legales, incluyendo la actualización y el pago de licencias de funcionamiento. Sin embargo, en los últimos meses ha surgido una nueva preocupación: el aumento del número de vendedores ambulantes en las zonas más concurridas.
Los comerciantes establecidos consideran injusto que los vendedores informales operen en las mismas áreas sin cumplir con las mismas normativas. Mientras ellos deben mantener al día sus licencias y pagar impuestos, los ambulantes que venden en puntos estratégicos no enfrentan las mismas responsabilidades. “Nosotros pagamos todos nuestros permisos y hacemos todo en regla, mientras ellos se instalan sin ninguna responsabilidad”, expresó un comerciante que prefirió mantenerse en el anonimato.
No obstante, algunos comerciantes tienen una visión diferente. Reconocen que el comercio ambulante es parte de la vida cotidiana en Huauchinango y que “el sol sale para todos”. A pesar de las diferencias en las exigencias legales, estos comerciantes afirman haber logrado mantener precios competitivos frente a los ambulantes. “Hemos hecho grandes inversiones en nuestros negocios, pero afortunadamente podemos ofrecer precios similares a los de los ambulantes. Al final, todos estamos buscando salir adelante”, comentó otro comerciante, quien destacó la importancia de la convivencia entre ambos tipos de comercio.
A pesar de estas diferencias de opinión, hay un malestar generalizado con la dirección de Comercio y Abasto del municipio. Muchos comerciantes creen que las autoridades no están tomando medidas efectivas para regular la situación. Según varios testimonios, los inspectores municipales solo pasan a tomar fotografías, lo que consideran un acto simbólico para aparentar control, sin acciones reales para reubicar o regular a los vendedores.
Los comerciantes sugieren como solución la designación de áreas específicas para el comercio ambulante o la exigencia de que cumplan las mismas normativas, lo que garantizaría un trato más justo para ambos sectores. Coinciden en que no están en contra del trabajo de los vendedores ambulantes, sino que abogan por que todos operen bajo las mismas condiciones.