Por: Jessica González
La presidenta Claudia Sheinbaum afirma que la Reforma Energética de 2013 afectó a PEMEX y CFE.
Durante la conferencia matutina del 12 de marzo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió a las declaraciones del PRI sobre la Reforma Energética de 2013. Esto ocurrió en el contexto del análisis de las leyes secundarias en materia de petróleo y energía en el Senado, donde una senadora priista aseguró que Petróleos Mexicanos (PEMEX) nunca estuvo en riesgo con dicha reforma.
Sheinbaum desestimó estas afirmaciones y enfatizó que el 18 de marzo será una fecha emblemática, ya que con la nueva reforma energética se devolverán PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al pueblo de México. Explicó que el verdadero objetivo de la reforma de 2013 era debilitar ambas empresas bajo el argumento de hacerlas más eficientes. Sin embargo, según la presidenta, el resultado fue que la CFE redujo su producción de electricidad mientras que el sector privado aumentó su participación en el mercado energético.

Respecto a PEMEX, Sheinbaum señaló que no solo se le endeudó gravemente, sino que su producción de petróleo disminuyó y refinó cada vez menos gasolina y diésel. Para ilustrar este punto, mostró una gráfica comparativa de la deuda de PEMEX durante los sexenios de los expresidentes Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
Destacó que en 2013, al inicio del gobierno de Peña Nieto, la deuda de la paraestatal era de 86.7 mil millones de dólares, mientras que al final de su administración en 2018, ascendió a 132.3 mil millones de dólares. Finalmente, Sheinbaum reiteró que una parte importante de los recursos destinados a PEMEX durante esos años se perdió en corrupción, lo que justificó la necesidad de revertir la reforma energética y fortalecer el control del Estado sobre el sector energético.