- La diputada Paola Jiménez Hernández, en nombre del grupo parlamentario del PRI, propone sancionar a los profesionales veterinarios que incurran en casos de negligencia con penas de 1 a 3 años de prisión.
La diputada Paola Jiménez Hernández, en representación del grupo parlamentario del PRI, ha presentado una propuesta para sancionar la negligencia veterinaria en México. Según la propuesta, los profesionales veterinarios que incurran en casos de negligencia podrían enfrentar penas de prisión de uno a tres años. Además, se establecería una suspensión del derecho de ejercer la actividad profesional que variaría de seis meses a dos años, con privación definitiva en caso de reincidencia.
La diputada Jiménez Hernández destaca que las principales formas de negligencia veterinaria incluyen la prestación de servicios clínicos y quirúrgicos por parte de personas no debidamente capacitadas, la omisión de solicitar exámenes médicos necesarios antes de realizar operaciones, y la administración de tratamientos o prácticas médicas inapropiadas o innecesarias según el estado de salud del animal. Asimismo, la propuesta busca sancionar la falta de proporcionar información sobre el estado de salud de las mascotas, el pronóstico de enfermedades diagnosticadas y los tratamientos administrados, así como la falta de solicitud de interconsultas con otros profesionales cuando el animal no responde adecuadamente al tratamiento.
La diputada enfatiza que en México, donde existen entre 23 y 28 millones de mascotas y 7 de cada 10 hogares tienen al menos una, el abandono y el maltrato a los animales de compañía, ya sea por parte de los cuidadores o debido a la negligencia veterinaria, son problemas comunes. Estos problemas han colocado al país en el tercer lugar a nivel internacional y en el primero en América Latina en cuanto a maltrato animal.
La iniciativa de reforma al Código Penal, que ha sido remitida a la Comisión de Procuración y Administración de Justicia, propone la imposición de las penas señaladas en el artículo 181 de este Código a los médicos veterinarios zootecnistas que, por negligencia u omisiones en el ejercicio de su profesión, pongan en peligro la integridad o causen la muerte de animales domésticos o seres sintientes.