En el estado de Michoacán el cultivo del aguacate es de las principales fuentes de empleo, pero a su vez genera cambios de uso de suelo y escasez de agua, por lo que actualmente se está buscando la forma de enfrentar esta situación, señaló el titular de la Secretaría del Medio Ambiente del Estado, Alejandro Méndez López.
Es por ello que para conocer a profundidad el tema, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) a través del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA), presentó la primera parte del proyecto “Estudio geoespacial de bosques y huertas de la franja aguacatera de Michoacán”.
Alberto Gómez Tagle, investigador del Instituto explicó que el estudio pretende identificar el impacto de las huertas de aguacate de diversas regiones, basándose en ciertas características como el clima, el tamaño y la latitud.
El biólogo manifestó que para realizar la comparación se trabajó en dos huertas de aguacate, la primera de nuevos años ubicada en la Tenencia de Capula con 180 árboles por hectárea, cuyo consumo de agua por cada ejemplar de 3.17 metros, fue de 19.6 a 75.6 litros por día.
La segunda huerta, con árboles de entre 9.73 metros de altura, ubicada en el municipio de San Juan Parangaricutiro y 25 años de edad con 185 árboles por hectárea, representó un consumo diario por ejemplar de 31.6 a 168.4 litros de agua por día.
Además de esto se realizó una comparativa entre tres tipo de árboles, pino, fresno y aguacate, lo que tuvo como resultado que cada ejemplar de la frutilla verde consumió de 3 a 4.5 veces más agua que las especies nativas.