Según un estudio del nutriólogo Fernando Rubio, coordinador de nutrición y dietética de la delegación local del IMMS, se registró un incremento de hasta 3 kg por persona en promedio debido al confinamiento por la contingencia sanitaria yendo de la mano con la mala alimentación y malos hábitos.
Por lo cual esta institución llevó a cabo una campaña informativa para evitar que la ciudadanía tenga malos hábitos alimenticios. El especialista comentó sobre el incremento en el consumo de bebidas azucaradas y alimentos de alto contenido calórico durante el tiempo que ha durado el aislamiento que aunado a la baja en la actividad física muchísimas personas han ganado un aumento en su peso.
Recordemos que una de las principales enfermedades aparte de las enfermedades respiratorias qué más afectado a los infectados de COVID-19 es la obesidad por lo cual el funcionario mencionó que se debe tener especial cuidado en adultos mayores y niños ya que son los más afectados una enfermedad y si se suma la obesidad aumenta el riesgo de complicaciones en caso de infección al igual que el de otras enfermedades crónicas como la diabetes mellitus.