La Fiscalía General de la República (FGR) ha iniciado una investigación sobre presuntas omisiones y fallas en las diligencias realizadas por la Fiscalía de Jalisco en el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, señalado como un posible campo de exterminio. De acuerdo con el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, las autoridades estatales no llevaron a cabo una investigación exhaustiva en el sitio, lo que ha obstaculizado la identificación de víctimas y el esclarecimiento de los hechos.
Según Gertz Manero, aunque la Fiscalía estatal confirmó el hallazgo de restos humanos en la zona, los procedimientos periciales no se realizaron conforme a los protocolos, lo que comprometió la recolección de pruebas. Entre los elementos que no fueron adecuadamente procesados se encuentran prendas de vestir, calzado y vehículos, algunos de los cuales han sido identificados como robados.
El fiscal subrayó que hasta el momento no se ha determinado la causa de muerte de las víctimas encontradas en el rancho, pero la FGR continúa con la recopilación de pruebas para establecer si en el lugar se cometieron delitos de competencia federal. También destacó que la falta de intervención de la FGR en 2022, cuando se llevó a cabo el operativo en el rancho, fue una de las deficiencias en la gestión del caso por parte de las autoridades locales.
Ante esta situación, la FGR ha solicitado a la Fiscalía de Jalisco que entregue los peritajes definitivos y la documentación sobre las investigaciones realizadas. Asimismo, se está evaluando si el caso debe ser tratado a nivel federal, lo que dependerá de los delitos que puedan confirmarse.
El caso ha despertado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha expresado inquietud ante la falta de rigor en la investigación y la omisión de pruebas clave durante las inspecciones realizadas por las autoridades locales y la Guardia Nacional. También ha señalado la falta de seguimiento a testimonios y la posible relación entre grupos criminales y funcionarios de Jalisco.
A pesar de los avances en la recopilación de información, la FGR aún no ha determinado si el rancho Izaguirre operaba exclusivamente como un campo de exterminio o si tenía otros propósitos, como entrenamiento o retención de víctimas.