La columna semanal de Alfredo Naime en Ultra Noticias
A punto de las vacaciones, empiezo a preguntarme qué irá a ofrecernos el verano peligroso en cuanto a cine. Claro, no siempre llega lo que uno más desea –suele pasar al revés– pero invariablemente rescatas algo de valor entre tanta cinta palomitera.
Si por mí fuera, lo primero a exhibir estos días sería Mi madre, de Nanni Moretti, uno de mis realizadores favoritos. En ella, una directora de cine (actuada por Margherita Buy) intenta salir adelante en medio de una crisis personal y profesional que se agrava aún más por la enfermedad de su madre.
La cinta recibió el Premio del Jurado Ecuménico en el Festival de Cannes 2015, así como una ovación de pie –de más de siete minutos– por parte del público asistente. También quiero ver ya De Palma, el documental de Noah Baumbach y Jake Paltrow sobre el extraordinario Brian De Palma, el director a quien debemos, entre varias más, Carrie (1976), Blow out (81), Los intocables (87), Pecados de guerra (89) y Ojos de serpiente (98).
Un documental que recorre, desde sus propias palabras, la vida profesional del excepcional De Palma, el hombre que redefinió al film de horror y de suspenso contemporáneos. Será un gran verano fílmico si la cartelera se las arregla para incluir en su oferta Mi madre y De Palma.
Hay por igual otros films de amplia expectativa, que ojalá lleguen pronto. Entre ellos, Café Society, de Woody Allen, su primera película digital. Ubicada en los 30s, con un cast que incluye a Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Steve Carell y Blake Lively, tiene que ver con la gradual incursión de un joven del Bronx en la vida nocturna de la high society neoyorquina.
También cuenta en este grupo de films el melodrama romántico Southside with you, de Richard Tanne, por un atractivo argumental concreto: focaliza en la tarde veraniega de 1989, en Chicago, en la que un joven Barack Obama tuvo su primera cita con una tal Michelle Robinson, que a futuro cambiaría su nombre a Michelle Obama. ¿Hay necesidad de decir más? Algo así como “la primera cita de una Primera Dama”.
Ahora bien, el horizonte veraniego contempla dos remakes que cuando menos despiertan curiosidad: Ben-Hur, de Timur Bekmambetov, y Ghostbusters, de Paul Feig. En cuanto a Ben-Hur, es Jack Huston quien interpreta al noble judío hecho esclavo por una traición, rol en el que todos recordamos a Charlton Heston. Y sí, incluye su propia carrera de cuadrigas, tal vez la secuencia más célebre de la clásica Ben-Hur de 1959, ganadora de once premios Oscar. Aun no estrena, pero ya recibe duras críticas por el mero atrevimiento de intentar replicar la película original, que dirigió William Wyler. Ya veremos.
Y en lo tocante a Ghostbusters, el primer cambio es que se convirtió en una chick flick. Si en 1984 los estelares eran varones, en la nueva versión son chicas: Kristen Wiig, Melissa McCarthy, Kate McKinnon y Leslie Jones, a las que va a costarles que olvidemos a comediantes de la talla de Bill Murray y Dan Aykroyd. Como sea, preparémonos otra vez para cazar fantasmas, de nuevo en la Gran Manzana.
Mientras todo lo anterior nos llega (o no), ahora mismo podemos ver Miedo profundo (The shallows), una suerte de B-movie bien realizada por el catalán Jaume Collet-Serra. Blake Lively está al sol y en bikini, pero ni como disfrutar: en soledad –dependiendo de un pequeño montículo al que se aferra– se sabe acechada por un inmenso tiburón blanco, a 200 metros de tierra firme.
Así de simple, así de terrorífico. Además, la chica sangra, por la previa “probada” que ya le dio el depredador (vamos: mal gusto no tiene). Miedo profundo es un thriller de suspenso, sustentado tanto en la amenaza del tiburón (lo natural) como en las acciones estratégicas –de supervivencia– de Nancy, el valiente personaje.
Véanla; vale la pena. Por cierto, en la cinta aparece Oscar Jaenada, quien dos años atrás encarnó a Cantinflas en el film biográfico dirigido por Sebastián del Amo.