La violencia de género sigue siendo una grave problemática en Puebla, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH).
La violencia de género sigue siendo una problemática alarmante en diversas regiones de México, y Puebla no es la excepción. Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), que ofrece una visión integral sobre las experiencias de violencia vividas por las mujeres, en 2021 se estimó que el 70.8% de las mujeres de 15 años o más en Puebla han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Esta cifra resalta no solo la magnitud del problema, sino también la variedad de formas en que se manifiesta la violencia: psicológica, física, sexual, económica y patrimonial.
La ENDIREH no solo aborda la violencia, sino que también explora diversos factores que influyen en las dinámicas de pareja y en el entorno de las mujeres, como los ingresos y recursos disponibles, los roles de género en la sociedad, las tensiones y conflictos dentro de las relaciones y las decisiones relacionadas con la libertad personal. Además, la encuesta recopila información sobre las experiencias de violencia en diversos ámbitos como el escolar, laboral, familiar y comunitario, lo que refleja que la violencia afecta todas las áreas de la vida de las mujeres.
Uno de los datos más reveladores es que el 41% de las mujeres experimentaron algún tipo de violencia en los últimos 12 meses, lo que evidencia la prevalencia continua de la violencia de género. En la edición de 2021, se añadieron temáticas como la discapacidad y la percepción de los problemas en la relación de pareja durante el confinamiento por COVID-19, lo que permitió ampliar el análisis sobre cómo situaciones de vulnerabilidad adicionales influyen en la violencia de género.
Ante esta alarmante realidad, nos acercamos a jóvenes de Huauchinango para conocer su perspectiva sobre la violencia hacia las mujeres. La mayoría coincidió en que la violencia de género es un tema complejo que no puede eliminarse de inmediato, ya que depende de múltiples factores sociales, culturales y económicos. En cuanto a las soluciones, los jóvenes destacaron la importancia de fortalecer los programas de apoyo a las víctimas, garantizar el acceso a la justicia y promover la creación de redes de apoyo social y comunitario que empoderen a las mujeres.
La violencia hacia las mujeres sigue siendo un problema grave y extendido, pero los jóvenes reconocen que el camino hacia su disminución pasa por un enfoque integral que combine la educación, la sensibilización, el acceso a la justicia y el compromiso de toda la sociedad. Aunque erradicar la violencia de género es un desafío complejo, la esperanza está en que, con esfuerzos colectivos y una mayor conciencia, se logre una disminución significativa y, eventualmente, la construcción de una sociedad más justa y libre de violencia.