Comerciantes en Atlacomulco reportan ligera caída del 15% al 20% en sus ganancias.
Por: Berenice León
Comerciantes en Atlacomulco reportan una caída del 15% al 20% en sus ventas, una tendencia que se repite año con año debido a las restricciones alimentarias de esta tradición religiosa.
Sin embargo, no solo la fe influye en este cambio de hábitos. Factores económicos también juegan un papel clave en la decisión de los consumidores.
“Mucha gente no deja de comer carne solo por la Cuaresma, sino porque el precio del pescado y el marisco se dispara en esta temporada. A veces les resulta más barato comprar carne de cerdo que pollo o filete de pescado”, explicó Juan Hernández, carnicero del mercado municipal.
A diferencia de la carne roja, la venta de pollo se ha mantenido estable, sin registrar afectaciones significativas.
“El pollo sigue siendo una opción accesible para las familias, mientras que el pescado, aunque más consumido en estas fechas, no es asequible para todos”, comentó María Gómez, comerciante de productos avícolas.
El comportamiento del consumidor en Cuaresma mantiene su impacto en el mercado local, favoreciendo la venta de productos del mar y alternativas más económicas, mientras que las carnicerías enfrentan una disminución temporal en su demanda.