Opinión y Análisis por Cynthia Valeriano López
Se disputa los primeros sitios económicos con Estados Unidos, el tamaño de su Producto Interno Bruto, de acuerdo con cifras oficiales, representa el 19% del PIB mundial, es el mayor exportador de bienes a nivel global y el segundo socio comercial de la Unión Europea, controla el abasto de más del 25% de los insumos críticos de la producción manufacturera, estamos hablando de China, esa potencia económica silenciosa que ha redefinido el equilibrio mundial.
El gigante asiático ha logrado consolidar una red de influencia que trasciende sus fronteras, permitiéndole no solo diversificar sus fuentes de recursos estratégicos, sino también influir en las decisiones políticas y económicas de otros países, particularmente en regiones con estructuras democráticas débiles.
China no solo ha utilizado la expansión económica convencional, a partir de la suscripción de acuerdos comerciales regionales o binacionales, sino controlando rutas de comercio o logística, utilizando el modelo de expansión extraterritorial a partir de la inversión extranjera directa, financiamiento a gobiernos y empresas públicas y proyectos de infraestructura bajo la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda. Según datos del Ministerio de Comercio de China (MOFCOM), entre 2013 y 2023, la inversión directa extranjera china alcanzó los 2.59 billones de dólares a nivel global, con una fuerte presencia en sectores como la minería, la energía y las telecomunicaciones.
La extraterritorialidad, es un término jurídico que implica la aplicación de leyes y jurisdicciones de un Estado fuera de su propio territorio, o a la exención de la jurisdicción local para ciertas personas o entidades, en ese sentido, un estado puede, bajo ciertas circunstancias y según el derecho internacional, aplicar sus leyes y ejercer jurisdicción sobre personas o actos que ocurren fuera de su territorio, el principio se aplica para diplomáticos o embajadas, naves oficiales en aguas extranjeras o buques de guerra. Pero también pueden acordarse clausulas de extraterritorialidad entre gobiernos para espacios diversos como minas, puertos, aeropuertos, etc.
Por supuesto, este modelo de expansión le aporta enormes beneficios económicos a China, entre ellos: el aseguramiento de recursos estratégicos y materias primas como el litio, cobre, petróleo y minerales raros, principalmente para garantizar el suministro de insumos para el desarrollo tecnológico y militar, el caso más mediático ha sido el de la construcción del Proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair, en Ecuador, que ha sido financiado y construido por empresas chinas y que además de contar con múltiples observaciones en torno a la calidad de la construcción, los defectos estructurales y el elevado costo de la deuda contraída por el gobierno ecuatoriano, se habla del acuerdo entre países para llevar a cabo estrategias de venta anticipada de petróleo como pago, limitando la autonomía financiera del país sudamericano.
En segundo lugar, podemos mencionar el papel de la diversificación comercial, China tiene un mercado sumamente disperso entre regiones y países, lo que le permite reducir su dependencia de mercados como el de Estados Unidos y la Unión Europea en caso de aplicación de aranceles o sanciones económicas (como hemos visto recientemente), dándole un margen de maniobra muy amplio en las mesas de negociación.
Mención aparte tiene el incremento del uso del yuan como moneda de cambio y que en algunos mercados financieros amenaza la preeminencia del dólar, si comparamos la demanda de yuanes en el 2005 posterior a la desvinculación del dólar americano con lo que se vive en la actualidad, nos daremos cuenta que China de forma muy silenciosa, ha incrementado la demanda y uso de su moneda por dos vías, la de la integración de mercados, por ejemplo el intercambio comercial de los BRICS o bien a partir del otorgamiento de financiamiento a países y empresas en territorios extranjeros y aunque persisten las dudas sobre el verdadero valor de la moneda frente al dólar, actualmente concentra el 7% de las operaciones globales, frente a un 6% del euro.
Finalmente también ha incrementado su influencia en organismos internacionales y en la toma de decisiones locales de países receptores de recursos financieros y comercio, lo que le permite fortalecer su capacidad de negociación, por ejemplo en el 2017, el gobierno de Sri Lanka entregó el control del puerto de Hambantota a la empresa estatal China Harbour Engineering Company, al no poder pagar créditos acumulados por poco más de 1,000 millones de dólares, el gobierno cedió el control de dicho puerto por un período de 99 años a la estatal para mejorar sus condiciones de negociación en otro tipo de créditos, aunado a la autorización para la construcción de una central eléctrica de carbón, un distrito comercial de 1,400 millones de dólares, una nueva sala de conciertos y la Torre Lotus, considerada la más alta del sur de Asia.
La mayoría de los proyectos de expansión extraterritorial china se desarrollan en el marco de la nueva ruta de la seda, que implica la construcción y consolidación de corredores económicos terrestres y marítimos, que faciliten y abaraten los costos de transporte entre China y el resto de Asia, Europa, África y América Latina, por ejemplo la construcción del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), proyecto de infraestructura de 62 mil millones de dólares que incluye autopistas, líneas ferroviarias y puertos todos ellos construidos y financiados por la banca china que probablemente sufrirá el impacto negativo de la dependencia económica y el control financiero de la deuda.
Cabe señalar que los proyectos más exitosos de expansionismo chino se han dado, principalmente en países con regímenes autoritarios o con democracias débiles. Estas naciones, con una débil infraestructura institucional, encuentran en China un socio estratégico dispuesto a realizar inversiones sin imponer condiciones estrictas relacionadas con los derechos humanos o la transparencia. Ejemplos de ello incluyen Venezuela, Zimbabue y varios países de Asia Central.
Estos son solo algunos ejemplos del modelo de crecimiento y expansión de la presencia de China en el mundo, este país asiático tiene un plan que ejecuta meticulosamente hasta alcanzar la hegemonía y el control total, por lo que en tiempos tan convulsos, en donde se plantea la necesidad de diversificar nuestras inversiones y comercio en el mundo, debemos ser muy cuidadosos con la oferta de rescate que aparentemente nos ofrece este país, que sabe cuál es su posición y lo importante de anexar a México dentro de sus bases operativas para tener el control total del continente.
MGPP Cynthia Valeriano López
Profesora de Economía
Tec de Monterrey, Campus Toluca